Visita la Obra Maestra de Taüll, y todo su conjunto románico en pleno Pirineo Catalán



Visita la Obra Maestra de Taüll, y todo su conjunto románico en pleno Pirineo Catalán


Una de las visitas que más me ha impresionado en la vida es la de la Vall de Boí, con su conjunto románico. La verdad es que la época románica me fascina, ver cómo construían en las condiciones que tenían en aquella época me parece una pasada y sobre todo porque en clase de arte elegí hacer un trabajo sobre el Pantocrator de Taüll…y créeme es increíble!


El conjunto románico de la Vall de Boí está formado por las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Natividad de Durro, Santa Maria de Cardet, la Asunción de Cóll y la ermita de San Quirc de Durro, en pleno Pirineo Catalán.

Vista de un trocito del valle

Sus construcciones llevadas a cabo durante los siglos XI y XII siguen los modelos provenientes del norte de Italia, el románico lombardo, caracterizado por la funcionalidad de sus construcciones y su magnífico trabajo de la piedra, sus esbeltos campanarios de torre y la decoración exterior de arcuaciones ciegas y bandas lombardas.
Las iglesias románicas del Valle de Boí constituyen el reflejo artístico de una sociedad estructurada en torno a las jerarquías eclesiásticas y señoriales personificadas en este caso en los señores de Erill y el obispado de Roda de Isábena, promotores de los templos del Valle. En esta sociedad medieval, la iglesia cumplía no sólo una función religiosa sino que también desempeñaba un importante papel social, como lugar de reunión y refugio del pueblo. En el caso del Valle de Boí esta función social de los templos se pone de manifiesto en la utilización de sus esbeltos campanarios de torre como elementos de comunicación y vigilancia.
Cabe destacar los conjuntos de pintura mural que albergaban las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll y Sant Joan de Boí, actualmente conservados en el Museu Nacional d’Art de Catalunya así como todas las tallas producidas por el Taller de Erill, a destacar el Descendimiento de Santa Eulalia de Erill.

    Sant Climent de Taüll


El Románico del Valle de Boí es excepcional por la concentración en un espacio reducido de un número tan elevado de iglesias de un mismo estilo arquitectónico, conservado a lo largo del tiempo con pocas modificaciones que hayan alterado significativamente su concepción inicial.

Un poco de historia:
A partir del siglo IX,  dentro de la Marca Hispánica el territorio en el sur de los Pirineos se vertebra  en condados dependientes del reino franco. Durante el siglo X, los condados catalanes irán desvinculándose progresivamente del Imperio Carolingio, hasta conseguir la independencia política y religiosa. 
La Vall de Boí formaba parte de uno de estos condados: el de Pallars-Ribagorça, adscrito a la casa de Tolosa hasta finales del siglo IX. La independencia del condado inicia un complejo proceso de control político y religioso del territorio, que concluye con la división del condado originario en tres nuevos condados independientes (Ribagorça, Pallars Jussà y Pallars Sobirà) y con la creación de una nueva diócesis: el obispado de Roda. 
La Vall de Boí se encuentra en medio de este proceso. En la primera división territorial había permanecido en el territorio de la Ribagorça, pero, a partir de 1025 pasa a formar parte del Pallars Jussà y durante buena parte del siglo XI se ve inmersa en las luchas condales entre los dos Pallars. Paralelamente, a mediados de siglo X, las iglesias del valle, que originariamente, eran del obispado de Urgell, pasa a depender del obispado de Roda. La creación de esta nueva diócesis inició un periodo de disputas entre ambos obispados. La Vall de Boí también se encuentra en medio de este conflicto, tal como lo prueba el acta de consagración que Ramon Guillem, obispo de Roda-Barbastro, que ordena pintar en una columna de Sant Climent de Taüll el año 1123, como muestra de control del territorio. 
Pocos años después, en 1140, se firma la concordia entre los dos obispados. La mayoría de las parroquias de la Vall de Boí se adscriben al obispado de Urgell, únicamente la Assumpció de Cóll continua dependiendo de Roda-Barbastro. 
Junto a este proceso de reestructuración territorial se va configurando un nuevo orden social: el feudalismo. Los campesinos pierden su libertad y quedan ligados a la tierra bajo el dominio de los señores feudales, que se benefician de las luchas condales y del proceso de feudalización, aumentando sus posesiones y poder. 
En la Vall de Boí estos señores son los Erill. Desde Erillcastell, su lugar de origen, inician a finales del siglo XI una rápida ascensión social, participando en las campañas de repoblación y de reconquista bajo las órdenes de Alfonso el Batallador, rey de Aragón. 
Nos encontramos a principios del siglo XII, justo antes de la consagración de Sant Climent y Santa Maria de Taüll. Los señores de Erill utilizan los recursos obtenidos de los botines de guerra para promocionar la construcción de las iglesias de la Vall de Boí, una manera de mostrar su poder y de adquirir prestigio social.

No puedo acabar este post sin hablar del Pantocrator de Sant Climent de Taüll. Es la obra más reconocida de Taüll, y la mejor conservada. Es obra del Maestro de Taüll, un autor anónimo que quizás procediese de Italia. Traslada a la pintura al fresco técnicas que se utilizaban en las pinturas sobre tablas. Tiene una amplia gama de colores en calidad de pigmentación como el azul de lapislázuli y una gran capacidad para componer y geometrizar las formas en armonía.

La composición hace referencia a la tradición de dividir el ábside en diversos registros, teniendo el protagonismo el Pantocrator rodeado del tetramorfo (La representación de diferentes figuras: San Mateo se simboliza con el ángel/hombre,  el león es San Marcos, el toro San Lucas y San Juan es el águila)


                   Mapping del Pantocrator de Sant Climent de Taüll

Se encuentra sentado, vestido con una túnica y un manto, y sosteniendo en sus mano izquierda un libro en donde se lee "EGO SUM LUX MUNDI" (Yo soy la luz del mundo), mientras bendice con la mano diestra. Su cabeza está rodeada por un nimbo crucífero, bajo el cual se encuentran las letras del alfa y el omega, la primera y las últimas letras del alfabeto griego, lo que simboliza que Cristo es el principio y el fin de todas las cosas. El cuerpo de Cristo está rodeado de la mandorla mística. Actualmente puedes disfrutar de un mapping espectacular que ensalza aún más la obra principal.



    Me despido desde el campanario de Santa Eulàlia de Erill ;)



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