Guize y Ayose, reyes de Fuerteventura, la isla del viento

Guise y Ayose, los reyes de Fuerteventura, de la isla del viento


Bueno, Bueno… la de cosas, casualidades o no, que he encontrado en la Isla de Fuerteventura! Hace tiempo estuve investigando sobre mis apellidos y para mi sorpresa mi segundo apellido: Galindo, fue a Canarias, hizo las Américas y luego volvió a la península.


Mirador de Betancuria
Así que me hizo mucha gracia saber que Abreu Galindo (1590-1676) anota en su “Historia” parte del conflicto entre los reyes de Fuerteventura: Guize y Ayose deciendo: “El capitán o rey de aquella parte donde desembarcó el capitán Juan de Betancur, como vió los navíos y gente que desembarcaba, llegó a hacer alguna defensa, con grande ánimo. Fué Dios servido hubiesen pláticas, por persuasión de las dos mujeres Tibianin y Tamonante, que así se lo aconsejaron, y se rindió. […] El otro rey, llamado Guize, […] determinó también rendirse, por las amonestaciones que las dos mujeres Tibiabin y Tamonante le hacían, prometiéndole libertad y sus haciendas” [Abreu (ca. 1590 > d. 1676) 1977: 67].
Así que en esta línea hoy, te voy a contar: Guise, Ayose y la profecía de Tibiabin.
En los tiempos antiguos de la Isla de Fuerteventura, habían dos reinados: Maxorata y Jandía con sus dos reyes: Guise y Ayose. La verdad es que no se llevaban muy bien y siempre estaban de discursión. Así que decidieron construir un muro para limitar sus reinos. Al principio esto funcionó y durante un tiempo hubo paz en la Isla, ambos soberanos tenían mucho respeto por Tibiabin, una adivina que parece ser “la clavaba” con sus predicciones. Los pueblos de la isla tenían en cuenta la opinión de la adivina y la de su hija: Tamonante, que siempre los aconsejaba bien, aunque tenía más bien el don de consejera que de adivina.
¿Y que paso? Pues que al igual que hoy en día muchos jugadores de bolsa van a las pitonisas, los reyes antiguos de Fuerteventura quisieron saber de su futuro y le preguntaron a Tibiabin. Cuenta la leyenda que la adivina les dijo que llegarían unos hombres poderosos en unos barcos tan grandes como casas a través del mar pero que no debían recibirlos con violencia pues podrían traer cosas muy beneficiosas para sus gentes. Esto, claro está, no gustó para nada a los reyes. Pese a estas palabras, cuando llegó a la isla Juan de Béthencourt y de Gadifer de la Salle con su ejército se dice que hubieron crueles momentos en “la conquista” ya que los isleños en inferioridad de condiciones se defendieron sin tener en cuenta las palabras de Tibiabin, y tal como predijo trajo la desgracia al combatir contra los extranjeros. La adivina y su hija intentaron que el pueblo de la isla se rindiera pacíficamente para tener una era de paz y prosperidad, pero eso jamás llegó. Bajo el jugo español ambas mujeres fueron presas por el odio que tenían de su pueblo, a Tibiabin se la llevo a la fuerza una de las primeras naves piratas que llegaban a la isla, mientras que su hija ante la tristeza de estar sin su madre, sin el respeto de su gente y siendo maldita por los suyos se arrojó por el Barranco del Januvio para poner fin a sus días.


Los reyes de Fuerteventura en el mirador de Betancuria, antigua capital de Fuerteventura
¿Y que pasó con los reyes Guise y Ayose?
Pues finalmente hicieron caso al consejo de Tibiabin y se rindieron reconociendo a Béthencourt como su rey. Bautizaron a todos para pasarlos al cristianismo y a Guize y Ayose los primeros… a Guise lo bautizan con el nombre de Luís y 10 días más tarde Ayose también se bautiza con el nombre de Alfonso.
Yo la verdad entre Luis y Alfonso me quedo con Guise y Ayose, de Luises y Alfonsos está plagada la “historia de la realeza” de la península, pero las islas…. Las islas son diferentes.


Me despido desde la Isla del Viento

Si quieres Más información sobre la isla: 
Espero te haya gustado el post de hoy! Este dedicado a Cristina y a las predicciones.

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